Sembradores

En la edad madura tenemos la obligación de sembrar semillas buenas, que den frutos, flores, semillas de pensamientos, de abundancia en todos los aspectos de la vida, debemos darnos cuenta estar conscientes de que estamos vivos, que pensamos, que sentimos, y que podemos actuar para dejar una herencia de Bien.

Al darnos cuenta que nosotros creamos nuestras propias experiencias, dejamos de equivocarnos tanto.

Tomemos la decisión de volver a nacer y renacer como la semillas para crecer y evolucionar, y así reproducirnos y multiplicar todas las riquezas que nos merecemos, y que debemos compartir.

Repítanse:

 "Yo soy responsable de todo lo que cosecho".

Madurar es un arte

Madurez significa que ya has llegado a casa.

Ya no eres una criatura pequeña que tiene todavía que crecer, ya has crecido.

Eres una persona que ha llegado al máximo de tu potencial, ya eres responsable de tu vida.

La idea de envejecer te la contagian, te la recuerdan a medida que pasan los años y es tu responsabilidad si la aceptas y la invitas a pasar.

El ser humano nace para poder realizarse en vida, pero la responsabilidad de lograrlo depende sólo de él.

Tenemos la oportunidad de ser felices, si así lo deseamos y nos esforzamos, para no perder esta maravillosa oportunidad que se llama vida.

No sólo te conformes con poder respirar, caminar y comer, conviértete en un ser feliz y completo, te lo mereces.

Vivir es un arte y madurar también.